domingo, 30 de diciembre de 2012

"En la Casa" de François Ozon




FICHA TÉCNICA
Película: En la casa. Título original: Dans la maison. Dirección: François Ozon. País: Francia. Año: 2012. Duración: 105 min. Género: Drama, comedia, thriller. Interpretación: Fabrice Luchini (Germain), Ernst Umhauer (Claude), Kristin Scott Thomas (Jeanne), Emmanuelle Seigner (Esther), Denis Ménochet (Rapha padre), Bastien Ughetto (Rapha hijo), Jean-François Balmer (director), Yolande Moreau (gemelas), Catherine Davenier (Anouk). Guion: François Ozon; adaptación libre de la obra de teatro “El chico de la última fila”, de Juan Mayorga. Producción: Eric Altmeyer y Nicolas Altmeyer. Música: Philippe Rombi. Fotografía: Jérôme Alméras. Montaje: Laure Gardette. Diseño de producción: Arnaud De Moleron. Vestuario: Pascaline Chavanne. Distribuidora: Golem. Estreno en Francia: 10 Octubre 2012. Estreno en España: 9 Noviembre 2012.

COMENTARIO

       Hay películas hipnóticas que te dejan flotando en una especie de "nebulosa" y cuyos enigmas regurguitas para lograr desentrañar claves que no has llegado a entender.
      El personaje clave de la película es el mefistofélico Claude, un adolescente de una inteligencia extraordinaria, proveniente de una familia desestructurada, cuya obsesión es entrar "en la casa" de su compañero de instituto Rapha y ver cómo es la vida de la "clase media".
       Empieza el curso y su profesor de literatura Germain les propone  escribir un texto sobre el fin de semana. Entre un montón de ejercicios patéticos descubre la potencia narrativa de un alumno, Claude.
Al chico le gustan las matemáticas porque le proponen un mundo ordenado, una alternativa al caótico devenir de la realidad. Gracias a las matemáticas consigue entrar en la casa de Rapha, pues le ayuda con las tareas.
        El motor del mundo es el DESEO.Aceptemos que la realidad es una mierda que nos produce frustración. Partiendo de aquí, cada individuo busca la transformación de su mundo mediante la satisfacción de un deseo, sin reparar en normas morales, ni éticas.
        La familia de Rapha es una acomodada familia burguesa que busca en las cosas materiales, en la adquisición de posesiones, una justificación para su vida. El padre siempre habla del trabajo y la madre, que ha sacrificado su carrera (arquitectura) para cumplir con sus "obligaciones"  acepta la vida alienante y aburrida que la ha tocado vivir.
         La frustación de Germain y su esposa Jeanne es no tener hijos. Jeanne trabaja en una galería de arte y no se siente comprendida por su marido, pues lo que expone le parece una impostura, como la mayoría del arte contemporáneo. Jeanne no entiende la admiración de su esposo por el alumno. Piensa que o bien se ha enamorado del muchacho (Passolini) o bien lo acoge como al hijo que no tuvo.
         Una vez dentro de la casa lo que DESEA el joven Germain es poseer a la madre de Raph, una atracción hacia las mujeres maduras que consumará en la mujer de su profesor al final de la película.
         La frustración del profesor de literatura es no haber sido escritor. Por esto ayuda cuanto puede a Claude. Por esto y por el DESEO de seguir leyendo las historias que el "mirón" de su alumno le cuenta sobre la familia de Rapha. Aquí hay toda una lección de teoría de la literatura. Unas interferencias geniales entre el mundo de lo vivido (vida) y el mundo de lo imaginado (literatura). Hasta el punto de generar una fusión y confusión entre los dos niveles de realidad. Este juego es muy cervantino, pero, también recuerda a Woody Allen en La rosa púrpura de El Cairo. Ni el espectador ni el propio Germain sabrá cuándo lo narrado era vivido, ni cuándo era imaginado. Ni quizá importe, lo importante es la creación de una nueva forma de realidad: la literatura como forma de vida. Como Simbad, Claude primero vive y luego lo cuenta. Como don Quijote, Claude primero imagina y luego intenta vivir lo imaginado.
         Las consecuencias de todo son devastadoras para Germain. Es despedido del Instituto, abandonado por la mujer. Sin embargo, la historia parece concluir con una verdad irrefutable: la literatura es la única forma de vida posible, pues en imaginar y contar encuentra su redención existencial. Acepta al perverso Claude, origen de todas sus desgracias por el dulce veneno que destila su potencia creativa. Acudimos a la literatura con el DESEO de vivir lo que la realidad nos niega. Lo único que nos redime de la insatisfacción, de la frustración y del vacio existencial. Esto explica la escena final, que se resume en este fotograma -donde se evidencia la degradación del profesor- quien en plena caída a los infiernos, se deja llevar por Claude hacia el poder genesíaco de la literatura, la única escapatoria posible.



NOTA: Este entrada se la dedico a mis ex-alumnos Aitor y Pablo.

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