sábado, 25 de diciembre de 2010

"Yo no he sido" o respuestas ingeniosas del alumnado


El cuadro que contemplas fue pintado por Goya y se titula “Los fusilamientos del 3 de mayo”. En esos repertorios de gazapos cometidos por los alumnos en los exámenes hay uno que me parece gracioso. Pregunta el profesor: ¿Qué sucedió el 2 de mayo? Respuesta del alumno: ¿De qué año?

Por lo demás, estos listados de errores me parecen despreciables. Si tan ignorantes son esos alumnos, no sé qué hace el profesor perdiendo el tiempo en apuntar los fallos para desatar la risa del personal  a costa de la ignorancia. Además, ¡qué mal lo estás haciendo y con cuánta impudicia alardeas de tus resultados!

El cuadro tiene valores artísticos e históricos que no seré yo quien descubra. Goya capta una instantánea como si el pintor fuera un reportero gráfico de guerra.  El cuadro narra el heroismo del pueblo de Madrid que se rebeló  contra el opresor francés. Siempre me ha llamado la atención la figura que más luz recibe (lámpara)-desprende (camisa blanca). Su actitud es valiente, desafiante. Mira a sus enemigos, levanta los brazos y ofrece su pecho a las balas asesinas. Es un héroe porque sacrifica su vida por un bien superior que es la libertad de su pueblo, da la cara y no tiene miedo. El rostro de los soldados no interesa,  los pinta de espaldas, sólo interesan sus armas. Los represaliados esconden su rostro saben que van a morir y están afligidos, desolados,lloran y gritan seguro, sus cuerpos encorvados parecen reclamar la piedad de sus enemigos. El miedo ante la muerte los humaniza. Sólo el héroe merece la atención del pintor. 

La épica se nutre de hechos heroicos. Todos los pueblos tienen en su litertura epopeyas que consagran a sus héroes como encarnación de los valores tradicionales de la comunidad a la que pertenecen. Muchas veces me he preguntado por esta escena. He escuchado, incluso, los últimos estertores de los moribundos, el llanto desesperado de los reos, la orden de fuego, los disparos estruendosos de los mosquetones. Y me he preguntado también, por las últimas palabras del héroe.

Los alumnos son ingeniosos y constantemente aprendes de ellos y, muchas veces, te ríes con ellos. En una clase, pregunté por este “grito” y cuando imaginaba respuestas del tipo: “Viva la libertad! O ¡Viva España!”, el “bichillo” de la clase levantó la mano y soltó: “ Lo que gritó el tipo del cuadro es: Yo no he sido” y entre risas desmontó toda mi teoría de la épica, la epopeya,  el héroe y la madre que lo parió. De golpe y porrazo comprendí por qué España es el país donde surgió este género con marcas tan específicas: la picaresca. El pícaro es el antihéroe, un  “yonohesido”, alguien que roza la delincuencia con la misión de subsistir. El proyecto personal de forjar una comunidad donde la felicidad individual se consiga conquistando la felicidad de los demás no tiene cabida. La única ley que rige su conducta es la de “sálvese quien pueda”. 

Esta es, por otra parte, la salida a la crisis mundial que proponen los neoliberales cuyos preceptos (dejar hacer a los mercados) causaron la crisis-enfermedad y cuyas recetas-medicinas (más dejar hacer a los mercados hasta desmontar el estado de bienestar y dilapidar las conquistas de los trabajadores) están aplicando hasta los socialdemócratas. ¡Qué paradoja! Es una salida suicida y cainita. Parece que el compañero de cordada que está justo debajo de nosotros es el causante y la solución de nuestros problemas.

La propuesta es cortar la soga del que está justo debajo de nosotros. ¡Sin darnos cuenta de que el siguiente eres tú!

Este texto se lo dedico a mis alumnos de 4ºESO.